El cebollín, cuyo nombre científico es allium choenoprasum, ya que pertenece a la familia de las aliáceas, grupo de plantas donde también se encuentran la cebolla, es una planta que habitualmente se utiliza para cocinar.
El cebollín, al que también se le conoce como cebollino o ciboulette por su habitual uso en la gastronomía francesa, es ampliamente cultivado en Guatemala, debido a su alta demanda en el mercado local.
Su producción se da principalmente en regiones de clima templado y frío, como Chimaltenango, Sacatepéquez y Quetzaltenango, donde las condiciones de suelo fértil y altitud favorecen su desarrollo.
Este cultivo requiere de suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y una adecuada exposición al sol. Generalmente se emplean métodos tradicionales y sistemas de riego por goteo, para optimizar el crecimiento y la calidad del producto.
El cebollín es una fuente importante de ingresos para pequeños y medianos agricultores, quienes lo comercializan en los mercados. La cosecha se realiza de manera manual, con especial cuidado para mantener su frescura y apariencia (JB/ea).
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