La protección de los cultivos es necesaria en regiones con vientos fuertes o en zonas áridas donde la evaporación del agua es un problema. Para ello se utilizan las barreras rompevientos, que son estructuras naturales o artificiales, diseñadas para reducir la velocidad del viento y proteger las plantaciones.
Al utilizar este método disminuye el daño en hojas, tallos y frutos, se evita la pérdida de materia orgánica, nutrientes y reduce la evaporación, favoreciendo el crecimiento de las plantas. Además, se crean condiciones más estables de temperatura y humedad, protege a los insectos polinizadores, minimiza pérdidas y mejora la calidad de la cosecha.
Las barreras naturales se componen de árboles y arbustos plantados en hileras para bloquear el viento. Se utilizan especies como el eucalipto, pino ciprés o bien árboles frutales para aprovechar el espacio y la tierra.
Barreras artificiales son las estructuras construidas con materiales sintéticos como mallas rompevientos, plásticas o de sombra. También se utilizan cercas de bambú o caña, muros de piedra o adobe en zonas áridas.
Del correcto diseño de las barreras y su implementación, se logra hacer una diferencia en la rentabilidad y sostenibilidad de la producción agrícola (JG/ea).
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#Petén | Se brindó asistencia técnica en un proyecto de infraestructura productiva de macrotúneles en la comunidad Nuevo Modelo, Melchor de Mencos, donde se evaluaron los cultivos en etapa de cosecha.#MAGASaleAdelante#GuatemalaSaleAdelante pic.twitter.com/unqJGib3X9
— MAGA Guatemala (@MagaGuatemala) June 7, 2024