Opciones de abonos orgánicos para los tipos de suelos en Guatemala

En Guatemala, la riqueza de suelos varía desde las tierras volcánicas hasta los valles áridos, circunstancia que representa, tanto un potencial productivo como un reto agronómico. Frente a esta diversidad, los abonos orgánicos se posicionan como una alternativa clave para fortalecer la salud del suelo, mejorar la productividad y reducir la dependencia de fertilizantes sintéticos.

Desde el altiplano hasta las áreas costeras, agricultores, comunidades y técnicos empiezan a practicar soluciones orgánicas regenerativas para enfrentar la erosión, la acidez del suelo y la pérdida de nutrientes. A continuación, un repaso por los principales tipos de abono orgánico utilizados en el país, con sus ventajas y recomendaciones según el tipo de suelo:

Compost

Este es materia orgánica descompuesta: restos de cocina, hojas secas, estiércol. Se recomienda su uso en suelos arcillosos porque mejora la aireación y estructura, así como en los suelos erosionados o pobres, pues los enriquece con nutrientes y microorganismos benéficos.

Estiércol animal

Este se refiere al excremento animal vacuno, porcino o gallinaza, bien manejado y compostado.

Es ideal para suelos ácidos, como los de zonas volcánicas, pues aporta calcio y materia orgánica. También se aplica en suelos arenosos, ya que mejora la retención de agua y nutrientes.

Lombricompost

Este es un producto de la digestión de materia orgánica por la especie de lombrices rojas californianas. Ideal para suelos compactos o pobres en vida microbiana, ya que activa la fertilidad y vida del suelo. También se recomienda en los cultivos intensivos, como hortalizas y café, ya que mejora la estructura y disponibilidad de nutrientes.

Abono verde

Se le llama así al proveniente de los desechos verdes de las plantas al cosecharlas, como frijol o milpa, que se cultivan y luego se incorporan al suelo. Este se recomienda para suelos empobrecidos o erosionados, debido a que mejora la estructura y el contenido de nitrógeno. Ideal para utilizar en zonas de ladera, pues las protege contra la erosión y mejora la cobertura vegetal.

Bocashi

Este es un abono fermentado elaborado con estiércol, salvado, ceniza, melaza, tierra y microorganismos eficientes. Este es apto para todo tipo de suelos, especialmente útil en suelos ácidos o con bajo contenido nutricional.

Guatemala, con su geografía montañosa, valles interandinos, costas y tierras volcánicas, demanda estrategias agrícolas diferenciadas. El uso de abonos orgánicos no solo mejora la fertilidad y estructura de los suelos, sino que también promueve la biodiversidad microbiana, reduce costos de producción y protege el medio ambiente.

Al adoptar estas prácticas sostenibles, los productores guatemaltecos no solo regeneran sus tierras, sino que cultivan un futuro más sano y resiliente para las próximas generaciones (JG/ea).

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21 julio, 2025