En Guatemala, el uso de abono orgánico es una práctica agrícola cada vez más utilizada debido a su aporte a la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. Este tipo de abono se elabora a partir de materiales naturales como estiércol, restos de cosechas y desechos orgánicos, lo que permite mejorar la fertilidad del suelo, sin recurrir a productos químicos que pueden afectar la salud humana y los ecosistemas.
El Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA), por medio del personal del Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (VISAN), brinda a las y los agricultores la asistencia técnica para la elaboración e implementación de abono orgánico, para uso en sus huertos comunitarios o familiares.
En distintas regiones del país, especialmente en comunidades rurales, los agricultores están adoptando el uso de abonos orgánicos para mejorar sus cultivos y reducir costos de producción. Además, esta práctica fomenta una agricultura más ecológica y fortalece la seguridad alimentaria al promover alimentos más saludables y libres de contaminantes (JB/ea).